Durante los siglos XIV- XVII la Iglesia y el estado promueven una campaña organizada contra las brujas. Se las acusaba por el hecho de tener sexualidad, por organizarse y hacer uso de sus conocimientos. Aparecen leyes que prohíben el ejercicio de la medicina “no profesional”. Aparece la enfermería  y la mujer queda relegada al papel de subordinada de los médicos.

 

El embarazo, la menopausia, la menstruación y la masturbación se definen como enfermedades y se ve el útero como fuente de otras, como la histeria, permitiendo así la práctica de ablaciones de clítoris, extirpación de ovarios, abusos sexuales como procedimientos médicos rutinarios, entre otras atrocidades.

Entre 1830 y 1840 el “Popular Helth Movement, relacionado con el movimiento feminista y obrero reivindica la medicina popular tradicional.

 

La participación de la mujer en el ámbito laboral da paso a que la menstruación, el embarazo y la maternidad sean de poco agrado para la maquinaria productiva.

No hay tiempo para ser cíclica, no hay tiempo para sentir el cuerpo, “no es higiénica “nuestra sangre.

 

El ritmo de la Tierra dejó de escucharse por un tiempo.

Pero aquí y allá continuaron los tambores, continuaron los fuegos, continuaron los círculos, el encuentro y la danza.

 

A nivel personal, la danza me permitió apoderarme de mi cuerpo, tomar conciencia y adquirir presencia, estar aquí y ahora, dejando que bailara mí camino de la Tierra al Cielo y del Cielo a la Tierra.

 

Ibiza me invita a dar un paso más en mi proceso de autoestima, descubrir esas partes de mí que he rechazado  por seguir las pautas de la domesticación.  

Permitir mi sensualidad, mi belleza, mi inteligencia, mi creatividad, mi fuerza.

Me invita a integrar mi Yin y mi Yang, siguiendo el camino del cultivo de la energía vital, esa energía creativa y sexual que nos nutre, nos sana y que nos sitúa en un estado de conciencia donde todo está bien. Esa energía que  me permite abrir mis brazos para alcanzar todo lo que soy,  fundiéndome en un Soy que es un “yo soy porque nosotros somos”, UBUNTU.

 

 

A continuación te quiero compartir un ejercicio taoísta de cultivo de energía sexual, la órbita micro cósmica (Mantak Chia).

Cierra los ojos y observa, respira. Observa la energía situada en la base de la columna, en el perineo. Imagina que tienes una pequeña bolita de luz e impúlsala con tu respiración y la contracción de los músculos del perineo, hacia arriba, por la columna vertebral, hasta llegar a la coronilla y luego deja que baje pasando por tu frente hasta tu tan tiene, dos dedos debajo de tu ombligo donde irás guardando esa energía. Repite este ciclo como un mantra.

 

En este texto he hecho referencia al libro de Bárbara Ehrenrich Deidre English. Brujas, comadronas y enfermeras (historia de las sanadoras). Dolencias y trastornos. La Sal, ediciones de les dones, Barcelona. 1988.

Con agradecimiento a todas mis maestras.

Parece que después de todo, el fuego no nos quemó.

Namasté

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