La energía sexual, es la energía creativa, la energía de la Vida.
Esta energía es la que nos permite tener salud y vitalidad.
Las artes sexuales taoístas y el tantra nos enseñan cómo cultivarla y cómo utilizarla para sanar, crear, tener relaciones y en definitiva Vivir.
No podemos concretar si apareció antes el tantra o las técnicas taoístas, más bien fueron conocimientos que viajaron entre la India, el Tíbet y China.
El primer texto donde aparecen las técnicas taoístas es “El Neijing: aplicaciones del canon de medicina interna de Huang Di “(770-256 AEC).
Los textos tántricos más antiguos datan del siglo VII. El término < tantra > pertenece a un conjunto de escrituras espirituales conocidas como Agamas. Son conversaciones entre Shiva y Shakti.
Hay dos corrientes en el tantra, el tantra de Cachemira, de donde surge y el tantra tibetano.
Hay diferentes tipos:
El tantra blanco se centra en la meditación y las prácticas en solitario.
El tantra rojo incluye prácticas sexuales y meditaciones en pareja y se enfoca más en los sentidos.
El tantra negro trabaja con “energía oscura” utilizando la energía de modo negativo y manipulador.
Tanto el taoísmo como el tantra se basan en la búsqueda del equilibrio energético, entre energías femenina y masculina.
El Universo es dual y no-dual y esto se refleja en todas las cosas. Todos tenemos yin y yang.
En el taoísmo el yin es la energía femenina y el yang la masculina.
En el tantra Shiva es la energía masculina, “quietud y consciencia” y Shakti es la femenina, “el movimiento y la energía”.
Para el tantra todo es sagrado.
Los taoístas y el tantra nos ofrecen diferentes técnicas para despertar y cultivar la energía sexual o kundalini, para la sublimación o elevación de la energía y que fluya desde el sacro, por toda la columna y hasta la coronilla, desbloqueando los chakras o vórtices energéticos.
Encontramos diferentes tipos de técnicas, individuales y en pareja, donde se utiliza el sonido, el movimiento y la respiración.
Esta ha sido una “muy breve” introducción desde la gratitud a estas sabidurías ancestrales que nos regalan su conocimiento, guiándonos en las artes para amarnos, conectar con nuestra sensualidad, mejorar nuestras relaciones y descubrir a la Diosa que hay en cada una de nosotras.
(Referencia bibliográfica: «Tantra», Shashi Solluna)
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