Sin duda la sentencia judicial de la Audiencia Provincial de Navarra sobre el delito cometido por la «manada» ha dado mucho de qué hablar, ha sido la gota que colma. Y estamos tan hartas de tanta impunidad, tanta violencia institucional, que ya no podemos dejar de gritar ¡Basta Ya!


He querido aprovechar esta sentencia para reflexionar, para ir más allá de la crítica a esta sentencia que nos insulta, nos golpea y nos maltrata como mujeres y como sociedad.


Haciendo un ejercicio de reflexión y observando con lentes “terapéuticas” la situación, podemos observar qué nos está diciendo este síntoma.

 

Nos viene a decir que nuestros niveles de autoestima están muy bajos, que nos estamos dejando pisotear, que hemos dejado nuestro poder en manos de otros y que esto no está bien, que como personas y como sociedad merecemos respeto, merecemos una sociedad justa y digna para todos.


El primer paso siempre es observarse, sentirse, respirarse y tomar conciencia de la situación desde la que partimos.
La meditación nos sirve justamente para esto, para observar con perspectiva, para observar la energía y donde están los desequilibrios energéticos.


Toda esta reflexión ha de servir para tomar decisiones, para saber dónde estamos y dónde queremos estar. Si realmente queremos ver cambios en nuestra vida y en nuestra sociedad tendremos que posicionarnos y ser fieles a las decisiones que vamos tomando.
Para ello tomamos responsabilidad de nuestra vida, de nuestro entorno. Ya no vale señalar a otro, señalar al juez, señalar al delincuente. A estos tendremos que exigirles su responsabilidad, claro está, pero en el trabajo de crecimiento personal vamos un poco más allá, ¿cuál es nuestra responsabilidad como individuos? ¿Qué está en tus manos? ¿Qué decisiones tomas y desde dónde? ¿Desde el odio? ¿Desde la venganza? ¿Desde el Amor?


Sentir rabia y odio son emociones naturales en este tipo de “acciones incomprensibles” y está bueno observarlas, expresarlas y cómo bien dicen los compas zapatistas reclamar “la Digna Rabia”.


Si en tu caso sientes rabia, ira, frustración en situaciones donde nos sentimos vulnerables e impotentes, te recomiendo que las observes, que no las niegues, al contrario, que las aceptes. Una vez las has mirado y aceptado, mi recomendación es que las expreses en alguna acción. Puedes usar la escritura, el arte, la danza, el deporte, etc, para transformar esta energía en algo positivo, de lo contrario vamos acumulando estas emociones negativas que pueden aparecer más tarde como desequilibrios energéticos en nuestro cuerpo, somatizándose en enfermedades.


Prestar atención a este tipo de emociones y limpiarlas de nuestro cuerpo es importante. Aprende a gestionarlas y transformarlas.


Desde un punto de vista “terapéutico”, “espiritual “o “cuántico” trato de actuar desde el Amor que no es menos tajante.


Amor significa aprender a posicionarnos, aprender a poner límites sin cesiones, sin condiciones. Ser amoroso no significa dejarte pisotear, sino comprometerte contigo misma y con el respeto a todos, con el respeto a la Naturaleza y todos los seres que en ella vivimos.


Ser amoroso te conecta con una certeza donde no hay miedo, donde solo cabe el RESPETO y la DIGNIDAD.

 

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